Después de seis años en los que se publicaron 16 números de Uruguay Ciencia, la revista cierra sus páginas. Lamentablemente esta revista no puede salir más en las condiciones de trabajo actuales. El presupuesto no se cubre con los ingresos. Se hicieron muchas gestiones para buscar interesados en apoyar y participar en la revista, para contactar potenciales avisadores, para aumentar la difusión de la existencia de la revista, aumentar los puntos de venta. El éxito fue parcial, suficiente para sobrevivir, pero no para que sea un emprendimiento autosustentable. Se pudo hacer más. Con personal dedicado se podrían haber hecho más gestiones, pero sin poder pagar un sueldo no se puede delegar la responsabilidad de representar la revista a otra persona.
El producto, la revista en sí, ha tenido éxito. Los comentarios de los lectores han sido siempre favorables, aún sin incluir notas que traten los temas que preocupan, como un análisis del proyecto de extracción de hierro por Aratirí, o el seguimiento de las pasteras, por ejemplo, si después de años de instalada UPM (ex-Botnia) contamina o no, u otros, como muchos esperan.
Un gran número de investigadores ha recurrido a la revista para divulgar su trabajo, hace mucho tiempo que las notas llegan a la redacción sin tener que salir a buscarlas, y muchos otros la han consultado y buscado por algún trabajo en especial. Muchos docentes de educación media la han utilizado como fuente de conocimiento para analizar con sus alumnos, muchos periodistas se han informado de la situación de la ciencia en Uruguay en forma regular, y en muchas ocasiones hicieron de multiplicadores (al igual que los docentes) retrasmitiendo la información divulgada, especialmente los periodistas radiales.
El tiraje de la revista se redujo de 2000 a 1500 y luego a 1000 para disminuir los costos, y porque uno de los avisadores, que además distribuía la revista entre sus clientes -200 médicos ginecólogos y endocrinólogos- no pudo continuar adquiriéndola.
Disminuir el número de ejemplares implicó dejar de distribuirla en forma gratuita a los legisladores, y en congresos o conferencias con temas afines a alguna nota publicada, e implicó que dejara de llegarle a los médicos mencionados.
Pero más de 900 de los 1000 ejemplares que se imprimen actualmente (desde el número 14) se distribuyen. Van a los suscriptores, a autoridades y periodistas especializados de los medios de comunicación masivos más importantes, a autoridades de las diferentes universidades, y de instituciones vinculadas a la ciencia, la tecnología y la innovación, a avisadores, y potenciales avisadores.
El número de revistas distribuidas por suscripción incluye unos 150 ejemplares a instituciones, como los 100 centros MEC, y a los suscriptores individuales. La cantidad de estos últimos, con el pago de la suscripción al dia, ha oscilado en más o menos 300 por cada número, pero en total hubo: 117 suscriptores que hicieron 4 suscripciones (de cuatro números cada una) es decir recibieron todos los números; 69 que hicieron tres suscripciones, o sea recibieron doce números; 111 que hicieron dos suscripciones o sea recibieron ocho números; y 199 que hicieron una suscripción o sea que recibieron cuatro números o menos (como los ultimos en suscribirse). En total 496 personas, casi 500 suscriptores, recibieron varios números de la revista en su domicilio. Esto significa que hay interés en los temas de ciencia y tecnología uruguayos.
Este emprendimiento se llevó a cabo en forma independiente con una empresa unipersonal, pero se concibió la revista como un bien público, esperamos que alguien tome la posta y produzca una revista de periodismo científico, necesaria para el desarrollo de la cultura científica uruguaya.